27 de mayo de 2016

Fuga de corazones


Vuela conmigo. No lo pienses más. No importa adónde, ni con qué y, aunque parezca raro, tampoco el por qué. Sólo cojamos el equipaje y pongamos tierra de por medio. Con la ilusión como único medio de subsistencia y con exclusivo destino el camino que se abrirá ante nosotros. Y hagámoslo por todo lo alto, con billete sólo de ida. Porque sólo lo que dejamos atrás nos hará coger el impulso necesario para afrontar nuevas aventuras e inéditos rumbos que tan sólo ayer no creíamos privilegiados de alcanzar.

Porque nunca es tarde para comenzar de nuevo, tomar una bocanada de aire fresco y dejarlo todo atrás. Sólo así podremos hacer que nuestros sueños se hagan realidad, antes de que ellos nos persigan a nosotros por la inmensidad del cielo. Pero eso da igual. Sólo estaremos tú y yo. Qué diablos importa dónde acabemos, como si nos alejamos de todo atisbo de la urbe o acabamos en un remanso de paz, con un molino de viento como único testigo de nuestro amor. Y alguna que otra oveja escurridiza pastando al fondo. 

Salgamos de aquí. No perdamos ni un segundo más. Será un sitio mejor, sin duda. Que aunque en los informativos lo llamen fuga de cerebros, tú y yo sabemos que no va de eso. Pongámonos al día. Porque ya ha pasado más tiempo del que jamás imaginé. Sin reproches, aspavientos ni quejas. Sólo el afán de construir un futuro juntos, como el que un día imaginamos y que la fatalidad del destino se encargó de demoler como un castillo de naipes. Pero así son las cosas. El pasado nunca volverá y el futuro se escribe cada día. Y qué mejor que escribirlo contigo.

Cuéntame todo acerca de ti. Quiero enterarme en profundidad, sin escatimar detalles. Cómo te fue durante todo este tiempo y, si no fue muy bien, da igual. No lo hagas, que los malos presagios corren al ritmo de un reguero de pólvora, esperando encontrar un chorro gélido que dé al traste con ellos. Y como dicen que la falta de noticias es la mejor de las noticias, no le cuentes a nadie que te fuiste conmigo, por lo que pueda pasar. Es mejor mantener el misterio y la intriga. Ya se enterarán. Facebook será nuestro más fiel confidente. Igual no es la idea inherente a cualquier cuento de hadas, pero no importa. Que se jodan.

Vente conmigo, por favor. Vámonos de aquí. Dónde tú quieras, no me importa dónde si es contigo. Sólo mira al cielo y cógeme fuerte de la mano. Verás que se torna más azul a medida que nos adentramos en él. Está en nuestras manos. Que los errores del pasado sólo sirvan para no volver a ser repetidos en el futuro. Todo nuestro devenir está ahí fuera, esperándonos. Y qué más da lo que ocurra. ¿Ves cómo las nubes se disipan porque no hay nada que pueda detenernos? Abre los ojos, porque ya hemos llegado.

19 de mayo de 2016

Julio Iglesias rompe su silencio: "Yo soy el padre de Darth Vader"


El cantante Julio Iglesias ha sorprendido a propios y extraños con unas declaraciones en las que afirma tajantemente la paternidad de uno de los personajes más emblemáticos y célebres de la historia del cine. Según contó el conocido intérprete en una jugosa entrevista concedida a los compañeros de 'La poca razón' la semana pasada, esta primicia podría hacer tambalear los cimientos de Hollywood: Es algo que nunca he contado a nadie, ni siquiera a mis más allegados, pero yo soy el padre de Darth Vader.

Con relación a ello, el Community Manager del Twitter oficial de Julio Iglesias ha emitido un comunicado de prensa en el que manifiesta textualmente: Nuestro todopoderoso padre Julio Iglesias tiene una información impactante de la que sólo puede dar una pista: Que la fuerza os acompañe, y lo sabes. A fin de verificar la alucinante noticia, el compositor mostró a través de sus redes sociales una fotografía junto con R2D2 y C3PO, acompañada de un autógrafo dedicado a los simpáticos androides de la legendaria saga cinematográfica que rezaba: No os paséis al lado oscuro, mejor venirse a Ibiza. Besos, Julio.

Perplejos ante la increíble exclusiva que acababan de escuchar, los entrevistadores intentaron extraer más información sobre esa rocambolesca noticia: Sucedió en una gira interestelar, tuve un concierto en el planeta Tatooine, conocí a una chica guapísima y, al final, me tuve que acostar con ella para no hacerle el feo. Se llamaba Shmi Skywalker, creo, comentaba Iglesias. En palabras del propio cantante, años después, en la premiere de 'Star Wars: Episodio 4 - Una nueva esperanza' y, tras ver a Darth Vader en pantalla, el artista le dijo a George Lucas: Georgie, Darth Vader me recuerda a mi, es un truhán y, a la vez, un señor. Por cierto, la actriz que hace de la Princesa Leia está muy rica, ¿no tendrás por casualidad su número de teléfono, no?

No obstante, Julio Iglesias no pudo asumir en ese momento la paternidad de aquel joven niño, debido a los excesos producidos en la fiesta de las animadoras de los Miami Dolphins de 1977, evento del que, además de guardar lascivos recuerdos, asegura no poder dar ninguna información por presiones del FBI y del propio Gobierno de los Estados Unidos. Con respecto a ello, afirmó: La verdad es que aquella fiesta fue un desfase pero no puedo decir qué ocurrió exactamente. Sólo diré que nueve meses después, todas dieron a luz veinte varones muy guapos y con un bronceado de latin lover que sólo he visto cuando me miro al espejo. Según las imágenes registradas en la base de datos de 'La poca razón', las imágenes de aquella fiesta están censuradas por motivos de seguridad internacional. Jimmy Carter me dijo que lo que ocurrió esa noche se quedaba entre nosotros, mientras se quitaba la corbata que llevaba anudada en la cabeza y se quitaba el carmín de la cara, declaró el artista, consciente de la intriga que estaba generando.

Preguntado por su disposición a realizar una prueba de ADN que efectivamente corrobore la autenticidad de su paternidad, Julio Iglesias contestó: Por mí no hay ningún problema, pero sólo lo haría en la Estrella de la Muerte, porque en agosto tengo un concierto en un geriátrico de allí y me han dicho que tiene buenas playas. Asimismo, el cantante comentó ante los micrófonos de nuestros compañeros: Me preocupa la voz tan ronca de mi hijo, parece que se ha fumado la fábrica de Philip Morris entera. No sé si se podrá dedicar al mundo de la canción, como su hermano Enrique para sacar un remix de 'El Perdón' con Nicky Jam.

De ser así, no sé dónde podré celebrar la próxima Nochebuena con todos mis hijos. Mi chalet de Naboo tiene sólo 3.000 hectáreas de extensión y no creo que quepan todos, dijo Iglesias visiblemente preocupado. En cualquier caso, el tema de la paternidad se dilucidará en los próximos meses y ya se encuentra en mano de los asesores y abogados del intérprete. A ver qué pasa con todo este embrollo, porque otra cosa que me preocupa también es si este político de la coleta que se apellida igual que yo es descendiente mío, porque no me extrañaría... y lo sabes.

3 de mayo de 2016

Pase lo que pase mañana, siempre tendremos hoy


Muchas veces nos encontramos en mitad de un sinuoso túnel de apariencia eterna que parece engullirnos en la penumbra. Un corredor del que dicen que, al final, se puede vislumbrar un poco de luz que nos arroje la reconfortante sensación de salir sanos y salvos de allí. Sin embargo, el tiempo pasa con su ritmo inexpugnable y sentimos cómo quedamos confinados dentro de esa larga agonía mientras la esperanza de escapar se hace añicos.

Y es en ese momento cuando todo sale del guión establecido. Los actores que rigen nuestras acciones en una función que alegoriza la vida improvisan con una brillantez que incluso el director más tenaz se derrite en elogios. Aterrizaste en aquel desolador escenario para darme la luz que perdí a lo largo de esa vasta oscuridad. De repente, las piezas que no encajaban en mi mente hicieron clic y adoptaron la forma idónea para que todo se edificara con naturalidad y sosiego. En ese instante aparecería a lo lejos algo que nos sumergería en un océano de felicidad. Con la extensión de un píxel y la fugacidad de la felicidad, al final divisamos la anhelada luz al final del túnel.

A partir de entonces, las aventuras no dejarán de sucederse, guiados con la desbordante ilusión y tu arrebatadora sonrisa, para salir de un túnel del que cada vez vemos la salida más cerca. Será un camino inigualable donde la felicidad por disfrutar del proceso tumbará al proceso en sí. Una mágica travesía donde tu compañía endulzará por completo la esencia de esos lugares que quedarán para siempre anegados de tu demoledor encanto. Y podremos toparnos con infinidad de escollos antes de salir de ese sobrecogedor conducto o incluso perdernos dentro de su inmensidad, pero nada ni nadie cambiará todo aquello que vivimos hoy.

Porque qué más da lo que tenga que venir si no nos obsesionamos por atrapar cada fracción de milésima de segundo que vivamos. Ese es el principal ingrediente que enaltece un cóctel exquisito sin parangón, algo que desde tiempos inmemoriales se conoce por felicidad. Y algo tan mágico y de naturaleza tan indescriptible que ni el sopor ni la monotonía impuesta por el carácter álgido de la postmodernidad podrá sustituir por un sucedáneo. Aunque se empeñe incesantemente en ello.

Será sólo así cuando podremos analizar la inherencia y el carácter indescriptible de lo que fueron aquellos días, sólo porque nos empeñamos en exprimir hasta el último suspiro que pudimos disfrutar juntos. Y hacerlo con un instrumento de precisión astronómica: la perspectiva que otorga la experiencia. Sin aspavientos, ni cantos de sirenas. Dándolo todo, sin miedo a perder más de lo que no pudimos ganar. Mientras tanto, como el que no quiere la cosa, amanecimos abrazados por un cegador halo de luz, lo que fue la prueba fehaciente de que al final, sin darnos cuenta, salimos del túnel. Y lo hicimos de la manera más difícil: disfrutando el momento. Gracias.

@joseangelrios92